Echarte de menos

Muchas veces me pregunto; ¿dónde estas? ¿por qué te has ido? 
En esos momentos es donde suelo recurrir a el simple pensamiento de que en realidad sí estás. Sólo tengo que imaginar tenerte de nuevo y sentir tus manos rozando las mias, tu aroma pegado a mi piel; y asiento, sabiendo que todo es inútil porque no lo harás. No volverás.
Claro que imaginarte no es tan difícil, por todo lo que eras, y por cómo la vida parecía tan simple a tu lado. Todo lo que hacías y decías quedaba fuera de mi comprensión porque tu mente maravillosa iba a mil kilómetros por hora, viendo tantas cosas emocionantes que ocurren sin que nadie se de cuenta, considerándolo algo normal.
Pero eso, me dijiste, será nuestro secreto. "Porque tenemos un trato irrompible, y sabes que ninguno vamos a intentar hacerlo, romperlo."
Echar de menos. No hay peor sensación. Tener en mente que en otra realidad podría estar viéndote.
Sólo que a mi no me gusta olvidar, por tanto que me has dado y por tanto que te debo. 

   -Mach